jueves, 14 de abril de 2011

OSO PARDO

Tamaño, Peso: Hasta 200, e incluso 300 kg. Los oseznos al nacer pesan 400 gr.
Altura: Erguido en dos patas hasta 2 m, a cuatro patas hasta 1 m. Los machos son mayores que las hembras.
Hábitat: Mezcla de bosque con roquedos, matorrales y pastizales,en España sólo hay en las montañas Cantábricas y en los Pirineos.
Estrategia invernal: Hivernante, pero baja poco su temperatura y ritmos corporales, con lo que puede despertarse varias veces por el invierno.
En nuestras montañas pueden aparecer ejemplares activos en inviernos benignos.
Alimentación: Omnívoro, principalmente vegetariano.
Especie considerada "en peligro de extinción".
invernacion: Cuando está avanzado el invierno y las nevadas se hacen persistentes, nuestros amigos los osos buscan un refugio para protegerse. Este es, con frecuencia, una cueva no muy grande o, en ocasiones, un agujero excavado por él mismo aprovechando las oquedades existentes bajo alguna roca o árbol.
Parece que lo que más les importa a la hora de elegir el lugar, es la seguridad que les pueda proporcionar. Así, las oseras se encuentran en lugares difícilmente accesibles, aunque no necesariamente remotos, encontrándose en ocasiones muy próximas a las poblaciones humanas.
Previamente nuestros amigos tendrán que haberse alimentado suficientemente para aumentar sus reservas en forma de grasa corporal, reservas que se localizan, especialmente, alrededor de los riñones y que llegan a medir quince cm. de grosor.
Los osos pardos refugiados en oseras, duermen enroscados sobre sí mismos. Su temperatura corporal desciende desde los 38ºC habituales hasta los 33ºC o 34ºC. Disminuyen así mismo sus latidos de corazón desde 40 pulsaciones hasta 10 pulsaciones por minuto y el ritmo respiratoria se ralentiza de forma similar.
Es un sueño profundo, en el que ni orinan ni defecan, pero que se parece más al sueño nocturno de los humanos que a una verdadera hibernación al estilo de la del lirón gris, el erizo o los murciélagos. Estos animales adaptan su temperatura a la del entorno, pudiendo llegar a temperaturas próximas a los 0ºC.
Dentro de las oseras las condiciones son relativamente agradables; al ser bastante reducidas de tamaño y al haber introducido en ellas hojarasca, musgo y ramas para confeccionar la cama, se consiguen unas buenas condiciones de aislamiento térmico que, junto al calor generado por el propio cuerpo del animal, hacen que la temperatura se mantenga dentro de unos límites tolerables.
El tiempo de permanencia en la osera suele ser de 1 ó 2 meses, siendo más largo en climas más fríos. Las osas con crías recién paridas permanecen en el interior cerca de cuatro meses.

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